Los dirigidos por Néstor Lorenzo vencieron 2-0 a la encopetada Alemania.

Hay equipo y hay confianza en la Selección Colombia; hay trabajo, fútbol moderno, físico y con talento; hay jerarquía en el proceso del técnico Néstor Lorenzo, y así lo demostró el equipo este martes al ganarle 2-0 a Alemania y hacer historia.

El Veltins-Arena, de Gelsenkirchen, fue testigo de un partido acertado de Colombia, en la que se vio sacrificio en marca, con despliegue físico en su presión alta, imponiéndose con actitud y corriendo y luchando cada pelota contra la potencia alemana, que tiene un proceso en crisis, pues completó su segunda derrota consecutiva.

Desde el primer tiempo se notó la personalidad de Colombia, que con Lorenzo está recuperando esa hambre de figurar en la élite que se había perdido en los últimos años. Con caras jóvenes, reforzada con algunos mundialistas y referentes, la Selección convence por su esfuerzo, así sea un amistoso de preparación.

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Lorenzo le dio continuidad al equipo en la segunda etapa y con los mismos jugadores, y un poquito más de precisión, apareció el tanto de la ventaja, en el minuto 54. Luis Díaz volvió a anotar con la camiseta de la Selección , al conectar de cabeza un extraordinario centro de Juan Guillermo Cuadrado. Sí, un gol de cabeza contra Alemania. Aunque, todo hay que decirlo, el más reciente también había sido por esa vía, marcado por Iván Córdoba en 1999.

Alemania intentó despertar del golpe, pero la estructura defensiva de Colombia funcionaba muy bien y, más bien, los visitantes podían tener la opción de rematar en un contraataque.

Cuando Colombia ya se tranquilizaba y le apostaba al contragolpe, llegó una jugada de penalti. Deiver Machado tiró un centro y Joshua Kimmich terminó haciendo una de baloncesto, aunque la bola primero le pegó en el pecho. Cuadrado cambió el penalti por gol, al desubicar completamente al portero Marc-André Ter Stegen.

Por Luis Ángel Ortiz Badillo

Comunicador social y Periodista de Barranquilla.

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