El momento de las mejores decisiones llegó para el plantel costeño. Es ahora o nunca.
Este miércoles culmina para el Tiburón el año 2022, con él se continúo una cadena de fracasos, en dónde no se ganó nada a nivel de logros, más bien se retrocedió en procesos. Se sumaron demasiadas bajas en este semestre. Solo se logró avanzar a La Copa Sudamericana, y eso, gracias al fútbol aceptable que tenemos en nuestro país, el cual le permitió sumar más de 70 puntos.
1- No hay proyecto de equipo. Junior debe ser un verdadero club. Con sede social; con accionistas minoritarios que puedan aportar; con proyectos a mediano y largo plazo. Que mire a la cantera, que mire a los talentos costeños –todos estrellas en equipos del interior—y que traiga un técnico de charreteras –Gallardo, por ejemplo—que pueda llevarnos a ganar, por fin, una Copa Libertadores. Ver más allá, de nuestras propias narices.
¿Festival de contratos?
2-Desperdicio en contrataciones y pocas oportunidades. Jugadores como Albornoz vinieron a pasear. Otros, como Cetré, debieron haberse ido hace rato. Y lo peor, que jugadores como Fernando Uribe (Lesión) e Iván Rossi, sólo jugaron retazos de partidos. Difícil que a pedazos un jugador se tome confianza.
3-Tres entrenadores en un año habla mucho de la seriedad de un club profesional como el Tiburón. El argentino Juan Cruz Real, Julio Comesaña y este último, Arturo Reyes, quien regresó hace pocos días.
A LOS DIRECTIVOS:
Es hora de mirar más allá, es momento de pensar en grande, de cambiar la historia de un club que vive del pasado, y recordando viejas glorias . Darle la oportunidad a los de la casa, se ha invertido mucho en el extranjero y poco se ha logrado.
- Los juveniles piden a gritos ser vistos, y no sentirse utilizados por una obligación o necesidad .
- Valoremos lo nuestro, lo que con amor y sacrificio cada semana y mes se consigue en la Sub-20, divisiones menores, e incluso el Barranquilla FC.
- Regresarle a la prensa la oportunidad de estar cerca de los protagonistas y que cada hincha sepa y entienda la verdadera causa de su club amado.
- Piensen en el hincha del común, aquel que sufre en el Metropolitano cada juego, que paga su boleta o compra un abono. Ellos también merecen respeto y un mejor trato.
Pero no me puedo ir sin preguntarles, ¿Viera llegará a los 90 años de edad jugando en Barranquilla?
Gracias, por un 2023 con deseo de gloria y sentido de pertenencia en Junior FC, sí porque así se llama. No es Atlético Junior.