Con el triunfo el equipo merengue quedó como líder del Grupo C.
A eso de las 2:00 pm (hora colombiana), se jugó el encuentro más llamativo de la Uefa Champions League entre Napoli Vs Real Madrid, con un resultado a favor del visitante de 3 a 1. Goles,de Leo Ostigard al minuto 19′ luego lo empató para los «merengues» Vinicius JR a los 27′ y descontó luego Jude Bellingham a los 34′, empató para el local Piort Zielinski a los 54′ y después anotó un gol en propia puerta el portero Alex Meret a los 78′ para así darle el triunfo al Real Madrid.
El mejor amigo de la orejona, El Real Madrid sobrevivió al Diego Armando Maradona, al Nápoles y a sus demonios. Demostró que la Champions es propiedad «merengue» para sellar la primera posición parcial del grupo.
El Nápoles se encontró un regalo de la nada, pero era consciente de que para ganar a este Real Madrid iba a necesitar mucho más que eso. El conjunto napolitano vio crecer a Vinicius, en su primer gran partido desde la lesión, pero sobre todo a un Bellingham que decidió deleitar a los presentes con 15 minutos para poner a los niños.
Recuperación en campo defensivo, también en ofensivo, cabeza arriba para ver las opciones, pases y una jugada maratoniana para remontar el partido. Y, en un visto y no visto, el Real Madrid se hizo rey de su competición.
Tuvo que llegar la jugada más polémica de la noche para despertar de su letargo al Real Madrid. Una doble mano de Nacho la transformó Zielinski desde los 11 metros. Una doble mano tras un rebote que, en otras ocasiones, no se ha pitado.
Con el 2-2, y con el equipo cansado, Ancelotti tiró de aquel jugador que ha guardado en «algodones» precisamente para estos partidos. Modric, tras 2 partidos sin jugar un solo minuto, salió para ser la brújula y el metrónomo del centro del campo. Con el croata, el Real Madrid recuperó el control de la posesión, el control del juego. Y con una pizca de suerte, el control del marcador.
Echa en falta Ancelotti a ese Valverde que tiraba una y otra vez desde fuera del área, como en la 22-23. Menos mal, para los intereses blancos, que hizo un «déjà vu» y lo probó de nuevo. El cañonazo de Valverde, tocó en el larguero y en la espalda de Meret para silenciar el Diego Armando Maradona. Para demostrar que este Madrid tiene ‘aje’ en la Champions.